Nos encontramos ante un brillante pensador capaz de explicarte cualquier hallazgo científico con el movimiento hipnótico de sus manos, un anticipador de trending topics -él ya lo sabía-, el peatón que más veces ha cruzado el Pont de Fusta, el protobajista de La Habitación Roja e introductor de Dostoievski en el barrio de La Zaidia. Pero, sobre todo, ante un maestro de la poesía comentada, una exégesis que añade un plus a una obra que circunda entre la alta cultura (high brow) y la cultura popular (low brow) para ofrecer desde una erudición encubierta el desmenuzamiento de conceptos que nos entretienen en nuestro finito devenir mundano: el trabajo, el amor interpretado desde la teoría económica, la reputación, la envidia, las estancias, los fines de semana. Entre bandadas de pájaros y cartas de vinos.
En definitiva, La importancia estratégica del mundo real, adoquín verbal, es una invitación a celebrar como podamos las miserias de la vida. Poesía para gritar desgarrados con puño hermético frente al espejo mientras imaginamos que salimos a hombros de cualquier escenario. David, te amamos, vehementemente. Pausa. Por más francachelas sin despedidas.
PACO INCLÁN