Descripción
¿Qué es La destreza amatoria?
¿Una letanía?
¿Un soliloquio?
¿La perorata de un náufrago desesperado?
¿Una prosa poética o un poema en prosa?
Lo que no cabe duda es que se trata de un tour de force, una novela sin trama, única, implacable, difícil de etiquetar, por momentos un grito, a ratos un susurro, una reflexión profunda sobre lo que sucede tras el cese del amor, un monólogo sabiamente urdido, interrumpido por insertos y divagaciones, por un finísimo humor, una excursión anti-romántica a los posos de una relación, un flash-back a través de intensos claroscuros.
“Wences Ventura escribe libros olfativos.
También libros resignados.
Y, ante todo, libros elegíacos, lastimeros, tristes.
Empleando sus propias palabras, Wences tiene la fragilidad del niño monaguillo.
Y pese a los excesos de juventud, quizá forzada, Wences es Morandi: sobriedad, ascesis, tristeza, liberación del espíritu, pureza, soledad.
¿Es Wences Ventura un escritor solitario?
Creo que Wences es un escritor distante.
Cuando habla, y habla mucho, adopta una postura a la vez retraída y distante, como si buscara el ángulo adecuado para contemplarnos con la suficiente distorsión.
¿Una escritura mate? ¿Una escritura turca?. Quizá sí, quizá Estambul. Quizás Wences sea turco, ya no es joven, aquella expresión “jóvenes turcos” no le conviene. Wences es turco porque su aspecto es el de los pasajeros de los buques mixtos de carga y pasaje que recorrían el Mediterráneo de España a Siria en los años sesenta. En cualquier caso necesitaría una imagen de Wences de hace 20 o 30 años. La verdad es que no me lo imagino con esa edad. Quizá como ahora, algo más reducido, pero igualmente certero e inteligente”.
Francisco Ferrer Lerín.