Descripción
Quizá sea cierto que ya no hay historias nuevas. Pero siempre hay nuevas formas de contarlas. Y al contarlas de otra manera, las historias cambian. Son nuevas historias.
Donde nunca ocurre nada relata un fragmento de vida. Una vida ni mejor ni peor que las otras. Una vida, como todas, marcada por jalones singulares. En este caso, jalonada por la muerte. Por cinco muertes, que pautan las cinco partes que componen la novela. Cinco muertes que como cinco hitos van marcando el territorio vital de Bruna Trémol: los difíciles senderos de una infancia traumática, la incomodidad de la vida familiar, el despertar de la adolescencia, la búsqueda del propio camino, lo inesperado del destino y la fuerza de la soledad. Cinco muertes que dejan su vida suspendida en el hilo de la ausencia.
Donde nunca ocurre nada es un portal de una finca barcelonesa del Ensanche, en la que Bruna exprime la singular experiencia de vivir como en un submarino: una vida oculta, subterránea, desde la que otea la paulatina extinción de las vidas de los otros. Una vida que intenta descubrir para qué estar viva, si todos se van muriendo.
Barcelona es apenas un telón de fondo, una ciudad dibujada con líneas grises y sin excesivo relieve.
Como el barrio, como la familia, como los trabajos o los chicos… todo parece bañado en el agua sucia de después de fregar el portal. Solo brilla el espejo de los sueños, que nunca se agota, pese a tanta muerte.
Autora novel, con una voz limpia, firme, dura, desencantada. Marta Polo, a la manera de Lucia Berlin, escribe como una superviviente.